El nuevo CEIP San Sebastián en Higuera de Calatrava, Jaén, se plantea como elemento de expansión de la localidad hacia el exterior, fomentando la integración con el entorno paisajístico propio de la localidad.
La adaptación al medio, aprovechando la pendiente propia del terreno, genera una estrategia de ocultación para dejar paso al espacio exterior: ocultarse para dejar paso al paisaje es la estrategia fundamental del proyecto.
Tras un estudio de accesos, conexiones y orientación, geometría y orografía, se decide posicionar la nueva edificación en la zona propuesta, siguiendo las indicaciones descritas en el Pliego de Prescripciones Técnicas que, a nuestro juicio, son correctas.
Llama la atención el posicionamiento periférico de la parcela y su relación con el entorno. Además, la condición de la ubicación de una pista polideportiva, de dimensiones adecuadas para la docencia, pero inadecuadas para la parcela, obliga a tomar la decisión de organización del proyecto: elevar la zona deportiva (aprovechado las curvas de nivel propias de la parcela, sin generar nuevas excavaciones), reservando las zonas comunes bajo el patio y construyendo sobre la cota del terreno las aulas, en una pieza sutil de una única planta.
De esta manera se optimiza el espacio, dejando que el entorno paisajístico se apodere del CEIP, fomentando valores medioambientales a los estudiantes del Centro.
Los espacios exteriores son fundamentalmente los elementos de circulación del CEIP, dejando todo el protagonismo a la vegetación propia de la zona. Elevar el patio y esconder los elementos de gestión reduce enormemente la presencia de la edificación, haciendo pasar desapercibido el alto volumen construido.
El CEIP se diseña combinando superficies pavimentadas, zonas verdes y zonas de gravas, disponiendo elementos de vegetación para ofrecer zonas de sombra exterior.
Los espacios exteriores se dividen mediante elementos permeables a la vista y a la brisa, utilizamos celosías evitando la sensación de espacio cerrado, generando relaciones visuales entre las diferentes zonas exteriores, y además permitiendo que la brisa recorra cada uno de ellos, refrescando mucho más estas zonas.
En las zonas exteriores se diseña además una zona de porche para el acceso al centro, así como la zona de recreo infantil, para así realizar actividades al exterior protegidos del agresivo sol. Se diseña a modo de pérgola que tamiza el sol, pudiéndose cubrir según se necesite, en función de la época del año.
Se plantea también la opción de ser cubierta mediante vegetación trepante, que aparte de proporcionar sombra, de frescor y una relación directa con la naturaleza.
Este porche se sitúa a la entrada de las aulas, pudiendo éste ser una ampliación de la actual zona de espera de padres, una zona de juego de niños, un aula al aire libre cubierta o una futura clase de trabajo.